La vida es belleza:

Con este eslogan tan optimista nos recibe María Jesús en la Cuevarruz. Y también podríamos decir que la vida está llena de sueños. Soñamos con tener una casa, un hogar, una familia, una posición en la vida. Los sueños son como el condimento necesario que nos permite levantarnos cada mañana con ilusión y esperanza para contemplar esa belleza que está en la vida.

Algunos consiguen que sus sueños se hagan realidad. Y así fue en el caso de nuestros protagonistas María Jesús y Mario.

Su historia es sin duda singular pero tiene algo en común con muchos de los que hemos llegado a esta tierra casi “de chiripa”: perseguían un sueño.

María Jesús trabajaba en el negocio familiar. Un buen negocio que permitía vivir con holgura a varias familias pero su vocación era la peluquería. Sin embargo el río de la vida tiene en ocasiones bifurcaciones sorprendentes.

Y llegó la pandemia en Marzo de 2020 y con ella el teletrabajo.

Mario y María Jesús habían adquirido una propiedad rural en Alcotas la que visitaban con frecuencia.

En ellos había comenzado a germinar la semilla de un nuevo comienzo en el medio rural. Una idea que parecía descabellada hace unos años pero que ahora con esta “nueva normalidad” ya no les parecía tan disparatada.

En una de sus correrías visitaron La Cuevarruz y María Jesús sintió como si algo la atrapara, hasta el punto que se plantearon vivir allí. Cual fue su sorpresa al conocer que este enclave formaba parte de Alpuente y que disponían de servicios como Colegio, Farmacia, médico.

Mario seguiría teletrabajando y se desplazaría cuando su trabajo lo exigiera. Ella realizaría su sueño trabajar en su propio gabinete.

Durante meses se esforzaron para transformar la planta baja en lo que es en la actualidad, un lugar cálido, acogedor en el que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Todo está perfectamente estudiado, la pintura de las paredes, las vigas del techo, los sillones, el espectacular reloj de la entrada, los sillones de los clientes, el mobiliario, la luz ambiental. Desde el momento que entramos percibimos la armonía y la belleza que María Jesús ha querido crear en su gabinete.

La lista de servicios que ofrece van desde el simple y sencillo corte de pelo hasta depilación con laser, presoterapia, tratamiento de estrías, pedicura, maquillaje, extensión de pestañas, micropigmentación, etc.

Desde casi los primeros días María Jesús ha visto como sus expectativas han sido sobrepasadas con creces y el número de sus clientes no para de crecer. Cuando inició su andadura no pocos eran los que dudaban o desconfiaban del éxito de su empresa. Muchos vecinos la animaban, pensando en su fueron interno que iba a durar poco. Hoy afronta el futuro con optimismo y se siente orgullosa de lo que ha conseguido.

Desde la Asociación queremos felicitar a esta nueva incorporación a la comunidad de vecinos de Alpuente, por su valentía, por su audacia y por haber creado un gabinete de belleza que no tiene nada que envidiar a muchos situados en grandes centros urbanos.

Gracias, necesitamos personas como vosotros emprendedores sin miedo, seguros de sí mismos y de su valor como profesionales.

Bienvenidos.

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