Crimen de Estado por José-Ramón Ferrandis Muñoz

Artículo por: Eduardo Escartí Carbonell.

Crimen de estado: Un ensayo sobre el cambio climático

No espere el lector encontrar una novela de intriga o la descripción de un complot político. El título
puede llevar a engaño. “Crimen de Estado” es una obra sobre el cambio climático.
Dicho esto me va a permitir el lector que trace un esquema del marco mental del ciudadano medio.
Oímos constantemente que el cambio climático, el calentamiento global tiene la culpa de estos
veranos tan cálidos, de la sequía, de las inundaciones, de las heladas. Incluso en la actualidad se
llega a mencionar que nos enfrentamos a una “Emergencia climática” y que el tiempo para actuar se
acaba.


En los medios, prensa, radio, televisión se repite la misma letanía “el CO2 es culpable”. Nosotros,
los occidentales somos culpables. Basamos nuestra riqueza, nuestra sociedad en la utilización de
carbón y combustibles derivados del petróleo que son los responsables de la existencia de los Gases
de Efecto Invernadero.


Todo parece estar claro, meridianamente claro. Como decía Al Gore en su reportaje “Una Verdad
Incómoda” la ciencia ha fijado (“settled”) esta verdad. No hay discusión: las evidencias son
abrumadoras.


Esto es lo que precisamente este libro viene a cuestionar: esa verdad “fijada”, pretendidamente
determinada, por la ciencia.


Así pues es una obra heterodoxa en el sentido que discrepa de la “verdad fijada por la ciencia” pero
no lo hace de manera caprichosa sino sobre una base sólida y potente.

A lo largo de sus más de 500 páginas el autor nos va introduciendo en el tema, explicándonos qué es
el clima, que se entiende por cambio climático y cómo a lo largo de la historia del planeta el clima
no ha dejado de cambiar. La vida prosperó con temperaturas terrestres mucho más cálidas que las
actuales y con concentraciones de CO2 superiores.

A continuación desarrolla los argumentos en los que se basan los teóricos del cambio climático, las
consecuencias del mismo según el IPCC y señalan al culpable que no es otro, según ellos, que el
CO2 generado por el hombre y los Gases de Efecto Invernadero (GEI) Nos hablará del protocolo de
Kyoto, el Acuerdo de París y de las predicciones de los modelos climáticos del IPCC y de sus
informes.

Pero lo más importante de la obra no es que el autor explique y pormenorice todos los fundamentos
de los “calentólogos”, como él los llama, sino que los enfrente a sus propias contradicciones y a sus
predicciones erróneas a lo largo de estos últimos años.

Nos desvela cómo el estudio de Michael Mann publicado en la revista Nature en 1998 que
establecía un correlación entre las emisiones de CO2 y la elevación de las temperaturas en el
planeta desde 1400 hasta nuestros días está basado en datos falseados. La famosa gráfica en “palo
de hockey” fue el origen de que se determinara que estamos ante un calentamiento progresivo y
alarmante.

El autor revela los datos reales del IPCC, de la NASA y a través de unas gráficas clarificadoras
compara las temperaturas de la tierra y las concentraciones de CO2 en la atmósfera.
Los argumentos son contundentes y contrastados.

Y finalmente José Ramón Ferrandis nos señala los factores que probablemente determinan el
cambio de clima en la tierra que son: la actividad solar y los rayos cósmicos.

Así mismo apunta el sinsentido de que los países que más contaminan como la India, China o Rusia
no acepten las directivas del IPCC mientras occidente penaliza sus emisiones de CO2 lo que
supondrá un lastre para sus economías y un costo extra para sus ciudadanos.

El libro está redactado en un lenguaje claro, sencillo pero elegante, con cierto grado de ironía que
nos arranca más de una sonrisa. Perfectamente accesible a cualquier lector culto.

He leído la versión kindle que está plagadas de notas a pie de página de fácil lectura con referencias
a libros y a páginas web de enorme utilidad. Sin embargo se agradecería una bibliografía adicional
para el lector interesado en el tema y que quiera completar sus conocimientos.

En definitiva un libro recomendable para disfrutar con su lectura.
Damos desde aquí las gracias y la enhorabuena a su autor y le deseamos una gran difusión de su
obra.