Homenaje al Dr Chirivella

El pasado sábado día 30 dentro de los actos realizados con motivo del 15 aniversario del Museo Paleontológico y bajo el patrocinio del Ayuntamiento de Alpuente se realizó un acto de homenaje al Dr don José María Chirivella. Maite Súñer, directora del museo, glosó la figura del ilustre galeno describiendo su trayectoria personal, humana y profesional ya expuesta en nuestra entrada anterior y explicó cómo surgió la iniciativa que tuvo que posponerse por la situación sanitaria provocada por el Covid.

La familia del médico donó hace ya algún tiempo al museo Alpontino parte de su colección de mariposas y huesos de dinosaurios.

Posteriormente la alcaldesa, Alicia Debón, leyó una poesía de nuestro paisano y poeta Diego. Dicho poema fue solicitado por nuestra presidenta, Emiliana Sánchez. Trascribimos en su totalidad la composición.

Asistieron al acto un nutrido grupo de familiares del médico. Santita Chirivella, hija del doctor, agradeció en nombre de la familia la iniciativa del consistorio.

El público asistente, a pesar del mal tiempo, participó en el acto contando anécdotas personales sobre el doctor

Finalmente buena parte de los asistentes se desplazaron hasta el museo para contemplar la colección de lepidópteros y huesos donados por la familia.

Un acto entrañable en el que los alpontinos demostraron el cariño que el médico a lo largo de su ejercicio profesional despertó en la gente del lugar.

Poema de Diego:

Un poema me pide Emiliana

para todo un gran personaje.

Abriremos en el tiempo esa ventana

y Alpuente rendirá tal homenaje.

Don José Chirivella, la persona.

Doctor rural en la posguerra.

Mereció sin duda una corona,

ejerciendo profesión en nuestra tierra.

Requerido para difícil parto

en plena noche en una aldea.

Encara el camino hacia aquel “cuarto”

para practicar con su maña e idea.

A lomos de un mulo y nevando,

con ventisca que corta la cara.

Salva a la madre y deja al fruto mamando.

Sin quedarles “señales” ni tara.

Fue toda una gran institución.

Matilde, su pareja, lo entendía.

El vecino sentía protección

y acogía con orgullo a su familia.

Cuerpo y alma con su vocación.

¡Médico para todos y de todo!

Con amor propio y mucha convicción,

siempre con la ciencia codo a codo.

Con arroz blanco, al día tres comidas.

Lo descubre y se receta a sí mismo.

¡Pudo así parar su dolencia!

Dejando tenacidad y heroísmo.

Natural de Massanassa, Valencia.

En Alpuente nos dejó su huella.

Por aquella, su gran influencia.

¡GRACIAS DOCTOR CHIRIVELLA!

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