Arde el monte en los Serranos

Mientras el viernes por la mañana en Valencia los coches amanecían cubiertos de ceniza y al amanecer  la luz adquiría un tono amarillento como si un volcán hubiera entrado en erupción sembrando de cenizas y humo todo el ambiente,  hoy domingo,  Valencia se ve envuelta en una nube de humo y la luz tiene la intensidad de un día de tormenta.  Las noticias que publican los periódicos hoy son poco esperanzadoras: el fuego sigue sin estar controlado. A la hora de escribir esta  crónica se calcula que han ardido más de 30.000 hectáreas  y desde mi balcón veo la ciudad envuelta en humo y se ven caer pequeños fragmentos desde el cielo que no son mas que cenizas. Se han cortado carreteras, se ha tenido que evacuar a familias de sus casas. Se ha quemado La Hoya de Buñol, La Ribera y ahora Los Serranos, Andilla, Oset, Artaj,  La Pobleta, Pardanchinos, Higueruelas

¿Cómo se produjo semejante desastre? Tantos focos en un área tan dispersa y amplia no parece ser fruto de la casualidad o del azar así que la opción más lógica es pensar que han sido provocados pero ¿por qué? Los daños provocados van a ser tantos que la naturaleza tardará mucho tiempo en recuperarse, tanto, que muchos de nosotros, tal vez ya nunca volveremos a ver esos montes como estuvieron el día antes del incendio

Se ha cambiado la legislación para que las zonas quemadas no puedan ser recalificadas como urbanizables, se ha aumentado la vigilancia sobre los montes para que los incendios sean detectados pronto y así apagarlos en las primeras horas,  se han aumentado los efectivos para apagar los incendios pero aún así nada ha funcionado y se ha producido uno de los peores incendios que recordamos en la comunidad en los últimos años.

Cierto es que se ha producido una conjunción de factores que han llevado a  situar el monte valenciano en la “situación perfecta para la combustión acelerada” y sin duda alguien con una cerilla en la mano estaba esperando ese momento.

Solo nos queda desear que las condiciones meteorológicas cambien y caiga una refrescante lluvia sobre el monte valenciano.

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