Otoño: Temporada de Setas en Alpuente

En la serranía el otoño también queda marcado claramente en la naturaleza no solo porque el día es más corto y las temperaturas bajan durante la noche y por la mañana sino porque la naturaleza se prepara para el invierno y los árboles, como las nogueras, los cerezos, ciruelos comienzan a perder la hoja. Por otra parte en los ribazos y en las zonas donde abundan las choperas comienzan a aparecer los tonos ocres y amarillos.

Este verano ha sido especialmente seco y los montes han sufrido. Algunas fuentes se han secado y las carrascas perdían las hojas y se volvían marrones. Algunas es posible que no sobrevivan ya a esta larga sequía. Pero las lluvias llegaron en algún momento demasiado fuertes y torrenciales pero el campo la necesitaba.

Año tras año van apareciendo nuevos aficionados a las setas en nuestra zona. Y durante estos días otoñales el monte se llena de “seteros” que pertrechados de su cesta y su cuchillo inician la búsqueda del preciado rebollón o níscalo, denominado lactarios deliciosus y  la seta de cardo. Los más entendidos distinguen las colmenillas, la lengua de vaca, el pie de perdiz, el suius, la llanega blanca y la negra. Todas ellas se pueden encontrar en nuestros bosques

Dice un refrán popular que todas las setas son comestibles pero algunas solo una vez en la vida. Así como norma no tocar y menos consumir aquellas setas que no se conozcan. Las setas venenosas suelen ser muy llamativas y espectaculares como la amanita muscaria, aquí  la mostramos en una de las fotos,  pero la más elemental prudencia aconseja solo coger y consumir aquellas variedades que se conocen bien.

La temporada setera es una excusa más para disfrutar de la naturaleza, pasear por el monte y respirar aire puro. Respetemos y mimemos el monte. Acceded al monte por las pistas y dejad los vehículos allá donde no causen destrozos en la naturaleza. No arrojemos plásticos, papeles, metales o productos que no sean biodegradables. Llevad una cesta de mimbre que permitirá que las esporas se diseminen y ayudaremos a que el año siguiente hayan más setas. No hurgar ni escarbar en el monte así removemos la materia orgánica y dificultamos el crecimiento de los hongos. Si tenéis dudas salid con algún experto.  Y sobre todo disfrutad de la naturaleza, del silencio, del ruido del viento en las ramas de los árboles, del canto de los pájaros, del olor a tierra mojada y las hierbas silvestres en un día otoñal

Publicamos las fotos de varias setas comestibles el rebollón, la colmenilla y la cantarela y dos venenosas la famosa amanita muscaria o atrapa moscas y la amanita phaloides.

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